Aragonés procesista como jefe del PJ pampeano alabó la dictadura
Este diario sacó a la luz declaraciones realizadas por el cuestionado dirigente en agosto del '76. "Ha habido una total coincidencia con las autoridades militares que hicieron uso de la palabra", dijo sobre la CGT intervenida.
Carlos Aragonés es el actual titular del Partido Justicialista en la provincia de La Pampa. Su figura cosecha cuestionamientos por su accionar gremial y político durante los años previos y posteriores al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. La semana pasada, cuando la sorpresiva renuncia del ex gobernador Carlos Verna a la conducción del PJ lo catapultó a la jefatura del partido de gobierno, las controversias ligadas a su pasado setentista volvieron a tomar estado público.
El presidente de la Unidad Básica de Colonia Escalante, Mario Canoba; el ex diputado nacional y actual titular del Pami, Heriberto Mediza; y el Movimiento Territorial Evita mostraron el desagrado con su ascenso dentro de la estructura partidaria. Como si le faltara algún ingrediente más al nuevo frente de conflicto que asoma en el justicialismo lugareño, el regreso a los primeros planos del histórico dirigente mercantil se produjo casi simultáneamente al 32° aniversario del golpe, que se conmemora hoy.
Más allá de las consideraciones que puedan estar teñidas de algún interés partidario habría que preguntarse cuál fue la postura política y personal que tuvo Aragonés en aquellas épocas. En la actualidad, el padre político del senador y cuatro veces gobernador de La Pampa, Rubén Marín, está acusado penalmente de haber colaborado como delator con el régimen militar que gobernó el país a partir de aquella fecha. La causa judicial se tramita en el Juzgado Federal de Santa Rosa a partir de la denuncia de la ex detenida-desaparecida Raquel Barabaschi.
"Satisfecho".
A 32 años del golpe de Estado, LA ARENA recuperó del olvido una entrevista que el diario porteño "La Razón" le realizó a Aragonés el sábado 28 de agosto de 1976, al término de un plenario sindical que tuvo lugar en la CGT, en la Capital Federal. Para ese entonces, la central sindical estaba intervenida por el gobierno militar que había designado a su cargo al coronel Juan Pita.
El vespertino presentó al ex diputado nacional como un veterano gremialista y ex dirigente peronista que representó a La Pampa en el plenario. "Hasta hace poco estuvo detenido y ahora recobró su libertad -narra la crónica de La Razón-. Se le preguntó cuál era la impresión recogida y dijo: 'Ha habido una total coincidencia con las autoridades militares que hicieron uso de la palabra".
-La Razón: ¿Es decir, se va satisfecho?
-Aragonés: Por supuesto, muy satisfecho de haber escuchado a quienes están al frente de la CGT.
-LR: En la anterior reunión se afirmó que el objetivo era la consolidación de un movimiento obrero unificado, en el que serían marginados los corruptos, los venales y los vinculados con la subversión. ¿Se reiteró eso?
-A: Exactamente, eso se ratificó y lo compartimos todos.
-LR: ¿Qué le parece entonces la apertura dialoguista de las autoridades de la CGT?
-A: Realmente magnífica. El gremialismo es una realidad y lo que necesitamos es gente así, para que podamos transmitirle a las bases esta nueva realidad.
-LR: Y dígame, ¿cómo se compatibiliza su condición de dirigente peronista y su entusiasmo en este esquema?
-A: En cada organización gremial los jueces son los afiliados. Ellos juzgan. Yo veo bien lo que están haciendo.
-LR: ¿Hay mucha infiltración izquierdista?
-A: La hay. Pero nosotros hemos sido en las organizaciones sindicales el dique de contención, antes y después del 24 de marzo.
-LR: ¿Expresaron otras inquietudes?
-A: Si señor, así como hay malos dirigentes también hay sectores empresarios que creen que las leyes ya no hay que cumplirlas. Y no es así.
"Satisfecho de la 'apertura dialoguista', Aragonés anunció que en el futuro las autoridades viajarán a las capitales del interior del país, para seguir con la actual línea emprendida", concluye el artículo redactado en aquel entonces, apenas cinco meses después del golpe.
Publicado por La Arena (martes 25 de marzo de 2008)
Este diario sacó a la luz declaraciones realizadas por el cuestionado dirigente en agosto del '76. "Ha habido una total coincidencia con las autoridades militares que hicieron uso de la palabra", dijo sobre la CGT intervenida.
Carlos Aragonés es el actual titular del Partido Justicialista en la provincia de La Pampa. Su figura cosecha cuestionamientos por su accionar gremial y político durante los años previos y posteriores al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. La semana pasada, cuando la sorpresiva renuncia del ex gobernador Carlos Verna a la conducción del PJ lo catapultó a la jefatura del partido de gobierno, las controversias ligadas a su pasado setentista volvieron a tomar estado público.
El presidente de la Unidad Básica de Colonia Escalante, Mario Canoba; el ex diputado nacional y actual titular del Pami, Heriberto Mediza; y el Movimiento Territorial Evita mostraron el desagrado con su ascenso dentro de la estructura partidaria. Como si le faltara algún ingrediente más al nuevo frente de conflicto que asoma en el justicialismo lugareño, el regreso a los primeros planos del histórico dirigente mercantil se produjo casi simultáneamente al 32° aniversario del golpe, que se conmemora hoy.
Más allá de las consideraciones que puedan estar teñidas de algún interés partidario habría que preguntarse cuál fue la postura política y personal que tuvo Aragonés en aquellas épocas. En la actualidad, el padre político del senador y cuatro veces gobernador de La Pampa, Rubén Marín, está acusado penalmente de haber colaborado como delator con el régimen militar que gobernó el país a partir de aquella fecha. La causa judicial se tramita en el Juzgado Federal de Santa Rosa a partir de la denuncia de la ex detenida-desaparecida Raquel Barabaschi.
"Satisfecho".
A 32 años del golpe de Estado, LA ARENA recuperó del olvido una entrevista que el diario porteño "La Razón" le realizó a Aragonés el sábado 28 de agosto de 1976, al término de un plenario sindical que tuvo lugar en la CGT, en la Capital Federal. Para ese entonces, la central sindical estaba intervenida por el gobierno militar que había designado a su cargo al coronel Juan Pita.
El vespertino presentó al ex diputado nacional como un veterano gremialista y ex dirigente peronista que representó a La Pampa en el plenario. "Hasta hace poco estuvo detenido y ahora recobró su libertad -narra la crónica de La Razón-. Se le preguntó cuál era la impresión recogida y dijo: 'Ha habido una total coincidencia con las autoridades militares que hicieron uso de la palabra".
-La Razón: ¿Es decir, se va satisfecho?
-Aragonés: Por supuesto, muy satisfecho de haber escuchado a quienes están al frente de la CGT.
-LR: En la anterior reunión se afirmó que el objetivo era la consolidación de un movimiento obrero unificado, en el que serían marginados los corruptos, los venales y los vinculados con la subversión. ¿Se reiteró eso?
-A: Exactamente, eso se ratificó y lo compartimos todos.
-LR: ¿Qué le parece entonces la apertura dialoguista de las autoridades de la CGT?
-A: Realmente magnífica. El gremialismo es una realidad y lo que necesitamos es gente así, para que podamos transmitirle a las bases esta nueva realidad.
-LR: Y dígame, ¿cómo se compatibiliza su condición de dirigente peronista y su entusiasmo en este esquema?
-A: En cada organización gremial los jueces son los afiliados. Ellos juzgan. Yo veo bien lo que están haciendo.
-LR: ¿Hay mucha infiltración izquierdista?
-A: La hay. Pero nosotros hemos sido en las organizaciones sindicales el dique de contención, antes y después del 24 de marzo.
-LR: ¿Expresaron otras inquietudes?
-A: Si señor, así como hay malos dirigentes también hay sectores empresarios que creen que las leyes ya no hay que cumplirlas. Y no es así.
"Satisfecho de la 'apertura dialoguista', Aragonés anunció que en el futuro las autoridades viajarán a las capitales del interior del país, para seguir con la actual línea emprendida", concluye el artículo redactado en aquel entonces, apenas cinco meses después del golpe.
Publicado por La Arena (martes 25 de marzo de 2008)
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